Book-bot.com - read famous books online for free

Legends, Tales and Poems by Gustavo Adolfo Becquer
page 149 of 655 (22%)
sus pies se habían clavado en el pavimento. Bajó los ojos, y sus
cabellos se erizaron de horror: el suelo de la capilla lo formaban
anchas y obscuras losas sepulcrales.

Por un momento creyó que una mano fría y descarnada le sujetaba en
aquel punto con una fuerza invencible. Las moribundas lámparas, que
brillaban en el fondo de las naves como estrellas perdidas entre las
sombras, oscilaron á su vista, y oscilaron las estatuas de los
sepulcros y las imágenes del altar, y osciló el templo todo con sus
arcadas de granito y sus machones de sillería.

--¡Adelante! volvió á exclamar Pedro como fuera de sí, y se acercó al
ara, y trepando por ella subió hasta el escabel de la imagen. Todo
alrededor suyo se revestía de formas quiméricas y horribles; todo era
tinieblas y luz dudosa, más imponente aún que la obscuridad. Sólo la
Reina de los cielos, suavemente iluminada por una lámpara de oro,
parecía sonreir tranquila, bondadosa, y serena en medio de tanto
horror.

Sin embargo, aquella sonrisa muda é inmóvil que le tranquilizara[1] un
instante, concluyó por infundirle temor; un temor más extraño, más
profundo que el que hasta entonces había sentido.

[Footnote 1: tranquilizara. See p.16, note 3.]

Tornó empero á dominarse, cerró los ojos para no verla, extendió la
mano con un movimiento convulsivo y le arrancó la ajorca de oro,
piadosa ofrenda de un santo arzobispo; la ajorca de oro cuyo valor
equivalía á una fortuna.[2]

DigitalOcean Referral Badge